martes, 18 de septiembre de 2018

Difunden propósitos lúdicos y educativos del scrabble


En la foto: Daniel Tunnard, Susana Ramírez y Claudia Amaral 

Se trata de un juego que apela a la memoria, la percepción, la toma de decisiones y la riqueza en el vocabulario.

En el Club Social dio inicio el Primer Torneo de Scrabble en Concepción del Uruguay en el que intervienen competidores experimentados y principiantes, tanto locales como visitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), localidades entrerrianas y otras provincias.

El scrabble es un juego de mesa que consiste en formar palabras. Para ello se cuenta con un tablero y una bolsa con 100 fichas (letras). Cada jugador, a su turno, debe formar términos en el tablero, a modo de crucigrama, siendo lo ideal hacerlo con las siete letras, ya que se otorga un premio de 50 puntos.

Para ello, cada uno de los dos jugadores dispone de 30 minutos, controlados por un reloj del tipo del ajedrez y administrados de acuerdo a su necesidad. Pasado ese tiempo, el competidor es penado con la quita de 10 puntos por cada minuto que pasa. De ahí a que el tiempo máximo de la partida sea de 1 hora.

Luego se suman los puntos por las palabras formadas: los otorgados por el tablero y las letras (cada una con distintos valores). Cuando se acaban las fichas de la bolsa, gana el que más puntos obtuvo.

Habilidades cognitivas
El scrabble pone a prueba todas las capacidades cognitivas de la persona: la memoria, el lenguaje, la percepción especial y la temporal, la toma de decisiones, entre ellas la de elegir la palabra y el lugar en dónde la ubicará. Además, es socializador, porque permite que la gente se encuentre para participar de un juego que le guste y apasiona.

Aquí se tiene la ventaja, respecto de otros idiomas, de la cantidad de términos disponibles: más de 600.000 en español para jugar al scrabble (verbos conjugados, plurales de los sustantivos y adjetivos), salvo los nombres y apellidos. Es decir que, cuantas más palabras se conozcan, hay más posibilidades de ganar el juego. Por eso sirve para ampliar el vocabulario. De ahí a que los jugadores pasan horas delante del diccionario.

Entre los asistentes a esta primera edición está la presidenta de la Asociación Argentina de Scrabble (AAS), Susana Ramírez, y la uruguayense Claudia Amaral, quien participó en 16 de los 22 mundiales de la especialidad, vivida como una “experiencia fantástica”. Entre los múltiples logros está el de haber sido campeona nacional y mundial, siendo su último título el subcampeonato en 2017 en Paraguay.

Aprender jugando
Los interesados en incursionar en el scrabble podrán acercarse los martes, a las 19:00, hasta el Club Social, para asistir a las clases coordinadas por Daniel Tunnard en las que se “aprende jugando”. La intención es también llevarlo a las escuelas y las universidades para que los chicos, adolescentes y jóvenes practiquen el juego y lo incorporen, por la curiosidad por las palabras y el buen uso de la lengua y la ortografía.

Tomado de:  La Calle

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